miércoles, 20 de mayo de 2009

Un post que nunca quise escribir


La sinceridad y la honestidad van de la mano, no pueden existir la una sin la otra, uno debe de ser sincero y honesto siempre, no a veces o solo cuando conviene. Es fácil escoger el camino torcido, el de la oscuridad, el de la mentira, es fácil y divertido y mientras mas uno avanza mas experto te haces. Lo difícil es escoger el camino recto, el de la luz, es duro, arduo, fatiga y mientras mas avanzas menos comprendes y te das cuenta de lo pequeño que eres. No me rindo, lo quiero todo. Escojo el Espíritu. Gálatas 6:7-9, No os engañéis; Dios no puede ser burlado pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.



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